Como los camiones suelen pesar hasta 30 veces más que un turismo medio, con más distancia al suelo y mayor altura, los conductores de camiones tienen más probabilidades de sobrevivir a un accidente que los de los vehículos de pasajeros con los que colisionan.
Sin embargo, aunque sus probabilidades de sobrevivir suelen ser mayores, eso no significa que salgan indemnes de los accidentes. A menudo, tienen que curarse de algunas de las siguientes lesiones.
Lesiones de cuello y espalda
Incluso la lesión más leve en el cuello o la espalda puede ser debilitante y causar baja laboral durante semanas, meses o incluso de forma permanente si se ha producido una parálisis. Por desgracia, estos tipos de lesiones son también algunos de los más comunes debido a la fuerza de un accidente.
Por lo general, los accidentes de camión pueden causar una amplia gama de problemas de espalda y cuello, como la desalineación o dislocación de vértebras, la compresión de nervios o el daño de las médulas espinales. Estas lesiones pueden cambiar por completo su modo de vida y pueden ser aún más difíciles de afrontar cuando el accidente no es culpa suya.
Lesiones en la cabeza
Cuando uno piensa en traumatismos craneoencefálicos, puede imaginarse heridas evidentes en la cabeza con cortes y sangre. Aunque estos traumatismos craneoencefálicos ocurren, también pueden producirse muchos sin traumatismo directo, causados por un latigazo cervical o un movimiento rápido relacionado con acelerar y frenar rápidamente.
Los traumatismos craneoencefálicos y cerebrales figuran entre las lesiones más graves en accidentes de camión y de coche. Sin embargo, no siempre son los más notorios. A veces, pueden pasar horas o días hasta que aparezcan síntomas como náuseas, dolores de cabeza, problemas de visión, problemas cognitivos y confusión.
Como resultado, puede ser esencial buscar atención médica inmediatamente después de un accidente de camión, incluso si se siente bien. Los profesionales médicos pueden realizar las pruebas más adecuadas para descartar o confirmar una lesión cerebral.
Fracturas y roturas óseas
Aunque muchos conductores de camiones sufren menos lesiones que otros vehículos más pequeños implicados en el mismo accidente, sigue siendo habitual que se produzcan roturas y fracturas. Entre las más frecuentes se encuentran las fracturas de cráneo, de brazos y piernas, de vértebras y de costillas.
Algunas de estas roturas pueden arreglarse fácilmente con escayolas, mientras que otras requieren cirugía y a veces incluso amputación si los huesos están aplastados o dañados sin posibilidad de reparación.
Lesiones internas
Tanto los accidentes a alta velocidad como a baja velocidad pueden causar lesiones graves y, a menudo, estas lesiones afectan a los órganos internos. Los camioneros implicados en accidentes sufren con frecuencia hemorragias internas relacionadas con daños en la vejiga, el bazo, el páncreas, los riñones y el hígado.
Estas lesiones no siempre son evidentes de inmediato y pueden ser complicadas de tratar. Por ello, acudir a un servicio de urgencias para una revisión puede ser crucial para asegurarse de que no sufre lesiones como éstas, que pueden ser extremadamente graves.
Cortes y laceraciones
Eche un vistazo a la cabina de su camión y probablemente verá varias cosas que pueden causarle lesiones en caso de accidente. Algo tan simple como una botella de bebida de aluminio puede convertirse en un peligroso proyectil, e incluso el cristal del parabrisas que funciona como forma de protección puede convertirse en un arma.
La verdad es que no sabes cómo reaccionará todo lo que te rodea en caso de accidente. Puedes hacer todo lo posible para asegurar los objetos mientras conduces, pero nadie puede prepararse realmente para un accidente de camión en el que los objetos cotidianos pueden causar cortes profundos y laceraciones.
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